domingo, 20 de enero de 2013



EUROPA O SE FEDERA O SE ROMPE

Nicolas Berggruen y Nathan Gardel reflexionan sobre Occidente, Europa, y la comunicación

OCCIDENTE
Las democracias occidentales viven instaladas en una suerte de complejo de superioridad que les impide aprender lecciones de los demás y mejorar sus cada vez más evidentes ineficiencias.
“Tenemos un complejo de superioridad”, dice Gardels. “Es un sentimiento que se instaló tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Ahora vemos la pujanza de Oriente y somos incapaces de reconocer que, por ejemplo, el sistema de gobernanza chino está siendo muy eficaz.. Nosotros no estamos inevitablemente en el lado correcto de la historia”.
“Sí, sufrimos un complejo de superioridad”, argumenta Berggruen. “Pero quizá estamos a punto de tener también uno de inferioridad. Y esto es una oportunidad. Occidente debe admitir que no tiene el monopolio de lo que funciona y abrirse a las lecciones que puede aprender de Oriente. Evidentemente, Occidente no va a importar el modelo de gobernanza chino o de Singapur, pero sí puede adaptar elementos. Oriente también puede extrapolar lecciones.
EUROPA
La construcción europea es un gran laboratorio para desarrollar nuevas formas de gobernanza adaptadas a nuestro tiempo. Pero la crisis, el populismo y el cortoplacismo la amenazan. “La Unión Europea es una gran idea; un proyecto inacabado que encierra grandes lecciones”, reflexiona Berggruen. “El problema es que fue construida por las elites, sin involucrar a los ciudadanos, y se ha quedado a medio camino, sin poderes reales en el centro. En la situación actual, Europa, o se federa con más poder en el centro, o se rompe.
“La proliferación del populismo es un peligro”, desarrolla Gardels. “Europa tiene el 7% de la población global, el 25% del PIB y el 50% del gasto social. Sus economías sufren. La competencia global complica su crecimiento. Hemos pasado de una democracia industrial a una de consumidores. Europa, o se hace más competitiva o renuncia a parte de su gasto social, no hay muchas otras alternativas. Los gobernantes lo saben. Pero lo que no saben es cómo tomar las medidas necesarias sin perder las siguientes elecciones. El actual auge de Alemania se debe a las reformas de Gerhard Schröder de 2003. Él perdió las elecciones tras hacerlas. Este es el problema: hacer que las democracias no queden paralizadas en las medidas de corto plazo por miedo a perder elecciones.

MEDIOS Y SOCIEDAD
Las nuevas tecnologías y medios sociales aumentan la capacidad de control sobre los gobernantes, pero también fomentan superficialidad y confusión “Si uno mira la situación actual, no tiene buen aspecto. “La gente está sobrecargada de información, se distrae en mil cosas en lugar de profundizar. La dispersión, la falta de concentración puede minar la calidad y la fuerza del pensamiento. Además, el nuevo escenario debilita los medios tradicionales. al final, medios como EL PAÍS y otros periódicos que representan auténticos bienes de utilidad social acabarán sobreviviendo, porque la gente necesita fuentes de información contrastadas, de confianza”.

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