jueves, 3 de enero de 2008

Diez problemas no resueltos en 2007



"Diez problemas no resueltos en 2007" es el título del magnífico artículo de David Hayes publicado en El País del 31 de diciembre.

Mis alumnos de 4º ESO harán bien en incorporarlo a su cuaderno de prensa para trabajarlo en su totalidad. Merece mucho la pena por su visión panorámica de los grandes problemas sociales del presente.

Estos son los diez problemas que señala el autor (la negrita es mía):

* El desplazamiento a largo plazo del poder económico y financiero global desde Estados Unidos y Europa a Asia, sobre, todo a China.

* La inevitable y apremiante amenaza del cambio climático global.

* Los efectos económicos y sociales de la globalización (entre ellos, mayor desigualdad en el interior de los países y el peligro de las epidemias globales).

* Los conflictos armados, las insurrecciones y las disputas "congeladas", a menudo, acompañados de crisis humanitarias (entre ellas Irak, Afganistán, Darfur, el sureste de Turquía, la República Democrática de Congo, Georgia, el sur de Tailandia y el Sáhara Occidental).

* Las disputas geopolíticas con gran potencial destructivo (entre ellas, las que implican a Irán, Israel / Palestina, Kosovo / Serbia, China / Taiwan y Pakistán).

* Las crisis de Estados en los que la vida de los ciudadanos está especialmente degradada (entre ellos Myanmar, Zimbabue y Corea del Norte).

* Los problemas de la proliferación del armamento nuclear y de otras armas de destrucción masiva o a pequeña escala (entre estas últimas, las armas pequeñas y las bombas de racimo).

* El cambio en el orden mundial expresado por la creciente confianza en sí mismas de potencias incipientes, que se ve alimentada por la progresiva influencia estratégica y/o el "nacionalismo de recursos" (entre ellas China, Rusia, Irán y Venezuela), junto a la confusión y la mala dirección de Estados Unidos.

* El impacto del islamismo y otras formas de radicalización, y de manera más general, el surgimiento de una identidad política musulmana global como parte de lo que Malise Ruthven ha denominado "el supermercado divino".

* Las consecuencias de la inmigración y el "movimiento de personas", tanto para los países que envían como para los que reciben, y en todos los campos de la vida política, social y cultural (y en especial para las actitudes hacia la identidad nacional y la diversidad social).

* El impacto de las nuevas tecnologías (Internet, los teléfonos móviles, las redes sociales) sobre la experiencia humana, la identidad y las oportunidades vitales.

* La nueva vulnerabilidad de la democracia, como idea y como modelo político, frente a los regímenes autoritarios y el populismo burdo e insurgente.