Durante los últimos años del Franquismo la situación económica en España era muy mala. La Crisis del Petróleo de 1973 alcanzó de lleno a España; el desempleo sufrió un fuerte aumento debido al regreso de los emigrantes de los países de acogida puesto que empezaron a quedarse sin empleo, debido a la Crisis Económica que azotaba a Europa como consecuencia de la subida de los precios del petróleo por la OPEP; la inflación se disparó hasta niveles que hacían temer una hiperinflación; la fuga de capitales empezó a ser importante en los últimos años de la etapa franquista.
Todos estos motivos hacían necesario por parte del Gobierno de la Transición presidida por Adolfo Suárez, así como del resto de las fuerzas políticas, patronales y sindicatos, que se llegase a un acuerdo económico en el que se estableciese un programa que sanease y reformase la economía.
Este acuerdo llegó el 25 de Octubre de 1977 con la firma en Moncloa de los denominados Pactos de la Moncloa. Éstos formalmente fueron dos, uno económico y el otro un acuerdo de actuación política y jurídica.
Con la firma del pacto de la Moncloa, en la parte económica lo que se pretendía era evitar el alto nivel de conflictividad social que existía. Entre las medidas económicas que se adoptaron podemos señalar:
-El despido libre para un máximo del 5% de las plantillas de las empresas.
-El derecho de asociación sindical.
-El límite de incrementos de salarios se fijó en el 22%.
-La devaluación de la peseta y el control de la masa monetaria para contener la inflación.
-Realización de una reforma de la Administración Tributaria ante del déficit público existente.
-Adopción de medidas de control financiero tanto por el Gobierno como por el Banco de España para evitar tanto las quiebras bancarias como la fuga de capital al extranjero.
La realización de todas estas medidas dio como resultado una ganancia en los equilibrios generales de la economía ya que en años posteriores se conseguirá una importante desaceleración de la inflación, siendo un éxito espectacular ya que se logra reducir en poco tiempo la inflación que pasa del 44% en 1977 al 5% en años posteriores.
Igual éxito se consigue en la balanza de pagos por cuenta corriente, que liquidó con superávit hecho que permitió que la economía española adoptase una posición de solvencia excepcional al liquidar toda su deuda externa.
Todas estas mejoras posibilitaron que España acudiese a la CEE con una carta de presentación para su ingreso excelente, hecho que hizo que la entrada de España en la misma se viese acortado en el tiempo, firmándose su Adhesión en 1985, tan solo diez años después de la muerte de Franco y de la terminación del Régimen.
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