domingo, 4 de marzo de 2012

Vientos optimistas frente a una montaña de repercusiones

Dándome un paseo por youtube encontré este balance hecho por un economista. Vale mucho la pena verlo. Al final, me ha sorprendido oírle decir que después de esta oleada de crisis va a venir un mundo más libre, más justo, sin distinciones sociales, con más respeto a lo medioambiental, lo que me llevó a pensar en el estado comunista que estamos empezando a dar en nuestra clase.


Os animo, que añadáis comentarios a la entrada con vuestras reflexiones.

De paso creo nuevas etiquetas, que califico de ''útiles'' (Gran Crisis del Siglo XXI) y (La nueva Civilización)

1 comentario:

  1. Bueno, Nico, parece que solo estamos tú y yo en clase. Te he tenido que corregir un poco la entrada, no tan bien redactada como tu magnífico comentario anterior.
    El análisis de Ignacio López se grabó en 2009 y ha acertado en varias cosas: en la tremenda profundidad de la crisis y en que a la salida tendremos un mundo diferente. Él dice creer al final en un mundo más justo, menos contaminador, etc, y eso es lo que a todos nos gusta oír. Pero fíjate que antes nos ha adelantado todo lo que va a provocar la crisis por el "desbalance" de los ingresos-gastos de los Estados, para recordarnos que somos la primera generación que no ha sufrido grandes hecatombes.
    En 2009 todos pensaban, él también, que los Estados iban a controlar mejor los mercados financieros globales, los culpables primeros de la crisis, pero ya has visto lo que tres años después tenemos, que son ellos los que han tomado el timón de la nave. Por eso ya ningún gobierno europeo habla de controlar la banca, sino todo lo contrario: las principales medidas están encaminadas a su recuperación.
    No habla curiosamente de China y, por eso, se equivoca al decir que son África y América del Sur las que peor lo pasarán. Ocurre lo contrario: que el tirón de China, con su fuerte demanda de materias primas y alimentos, está haciendo crecer estos continentes.
    Tampoco habla del Estado del Bienestar, tan magro en nuestro país. Estamos así asistiendo al desmantelamiento de todo un sistema de protecciones que garantizaban nuestros derechos socio-económicos. Casi nada, Nico.

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