Me metí a arbitro ya que llevo muchos
años jugando al fútbol y quería ganarme un dinerillo. Tuve que estudiarme durante
tres meses el reglamento de fútbol (que no es precisamente pequeño) y hacer un examen en el que tenía que acertar el 80% de las preguntas.
Afortunadamente pasé el examen y en Septiembre empecé a arbitrar.
En mi primer partido estuve muy nervioso y lo
hice muy mal pero poco a poco fui cogiendo confianza hasta convertirlo algo
normal como ir a jugar un partido todos los fines de semanas. Lo malo del
trabajo es que a veces es un poco duro porque de toda la gente en el campo eres
el único que está solo y el que tiene que imponer la autoridad. También está el
padre que piensa que su hijo es Messi y que si no marca 10 goles la culpa es
del arbitro. Pero a pesar de estos pocos inconvenientes al llegar a fin de mes
y mirar que te han ingresado tu sueldo sientes que merece la pena todos los
insultos. Además de estar pagado, gracias al arbitraje he conocido a muchos
compañeros con los que te lo pasas bien en el campo.
En definitiva, a pesar de parecer
un trabajo muy duro, si te gusta el fútbol aprendes, te lo pasas bien y encima
te pagan. Por todo esto pienso seguir el proximo año arbitrando y animo a la
gente a que se meta en este mundillo que muchos critican.
Gran artículo, Alex, que incomprendidos estáis los árbitros.
ResponderEliminarAlex guapo quiero un hijo tuyo
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